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 ¡La caza de radiosondas, pero si es muy simple!
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traducido por Zalo EB1IVY

Cuando se lanza la radiosonda, es frecuente cruzarse transeúntes intrigados por el comportamiento de este individuo que explora las nubes con su antena-casera girando sobre sí mismo como una veleta a un día de tormenta. Se entabla a menudo una conversación, el curioso paseante plantea a veces cuestiones que al “cazador” pueden resultar absurdas...

El curioso: ¿Puede preguntarle que esta haciendo?

El cazador: Busco una radiosonda, una clase de globo de investigación lanzado por la Agencia Estatal de Meteorología para medir la temperatura, la humedad del aire, la velocidad y la dirección del viento a gran altura Es una pequeña caja blanca grande, parecido a un paquete de un kilo de un de azúcar, suspendido de un globo inflado con helio o hidrógeno. Puede volar hasta los 35km de altura y vuelve a bajar cuando el globo estalla. Los datos transmitidos por radio sirven para hacer previsiones meteorológicas...

El curioso: ¿Oh, trabajan para el AEMeT?

El cazador: No, en absoluto, soy radioaficionado, tengo un receptor que puede recibir
las señales emitidas por la radiosonda y una antena especial que me permite localizar se encuentra .Cuando está en el aire, intento seguirla para acercarme al lugar donde va a caer; y cuando está al suelo, yo la busca usando radiogoniometría.

El curioso: ¿Caen siempre al mismo lugar?

El cazador: Por supuesto que no, Se puede seguir su trayectoria, pero es casi imposible saber donde va a caer; pero, como se pueden conocer los vientos en altitud, con un programa de ordenador nos permite calcular más o menos, la zona donde puede aterrizar. Por ejemplo, la que estoy siguiendo ahora mismo estaba hace una media hora sobre Madrid, y ahora se encuentra sobre cuenca, a más de 20 km de altitud. Como el viento allí arriba sopla a más de a 100 km/h, puede caer al su de Zaragoza o quizás en Albacete, a una velocidad de caída de 20 a 30 metros por segundo.

El curioso: ¡pero eso es peligroso!

El cazador: Sí y no. Caen alrededor de 2000 radiosondas de 300 gramos al día en todo el mundo, lo que suma 600kg y en el mismo período de tiempo, atraviesan la atmósfera terrestre 1000 kg de meteoritos. No conozco a ninguna persona que se haya sido herida por un meteorito. Una radiosonda que cayese sobre el techo de un coche, ni siquiera haría una abolladura. Estadísticamente, si su jardín mide 10 áreas, tardaría 20000 en caer una radiosonda en él... En cuanto a lo que pueden llegar a contaminar, no es nada en relación a lo que deja los visitantes en los caminos.

El curioso: ¿Y que hace cuando encuentra una…la devuelve a los meteorólogos que la lanzaron?

El cazador: Eso depende. En Suiza, por ejemplo, las recuperan y los reutilizan, pero no lo hacen en todos los países. Como radioaficionados los estudiamos a nivel técnico, pero no hay nada que pueda recuperarse dentro; aparte las baterías, si no están muy gastadas. Pienso que sería demasiado caro reciclarlos para reutilizarlas y su coste es muy barato respecto los otros costes de los radiosondeos, que aún así es poca cosa si tenemos en cuenta la ayuda que representan a la navegación aérea, por ejemplo. Es decir, si encuentran una, basta con retirar las baterías de dentro y “tratarla” después como un viejo aparato electrónico.

El curioso: ¿Qué es lo que recibes en tu radio?
(Presionar sobre la fotografía para oír una RS92-KL)

 

El cazador: Es la transmisión de la radiosonda. Cada tipo de sonda hace un ruido característico. Lo que estoy recibiendo ahora es una RS92-KL fabricada por la marca finlandesa Vaisala. Al dirigir mi antena hacia el máximo de señal, cuando el sonido es el más fuerte, sé que mi antena indica la dirección de la radiosonda. Por eso estoy seguro de que sé que se trata de la sonda lanzada desde Madrid al mediodía. Al escuchar el sonido que emite ahora puedo decirte que el globo acaba de estallar y que está cayendo. En menos de una hora estará en lo alto de un árbol, en un prado, o puede que en un aparcamiento. Tengo el tiempo justo para acercarme al sitio sobre el que creo que va caer, para intentar localizarla cuando esté en el suelo.
El curioso:
… entonces le dejo. Gracias por las explicaciones. ¡Buena caza!

El cazador: Gracias, disfrute del paseo. ¡Y mire siempre al cielo, que nunca se sabe donde pueden caer estas cosas!!

 

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Lo que hay en una radiosonda (F)
La modulación de las radiosondas (F)
Cómo se lanza una radiosonda
Historia del radiosondeo